Hay que ser realista y saber que hay un equipo que viene jugando habitualmente”. Javier Saviola ni siquiera se hace ilusiones de estar entre los titulares en Japón porque es consciente de que Mora y Alario “están adelante mío”. Sin embargo, tiene muy claro que le puede tocar ingresar en cualquier momento y que el festejo que tanto se le negó (hasta de manera absurda) desde que regresó a River puede llegar en el momento más oportuno. “Siempre pienso en que ese gol va a llegar y en festejar con mis compañeros un Mundial de Clubes”, dice, mientras guarda el teléfono que no deja de sonar por los mensajes que le envían sus familiares y amigos desde Buenos Aires por su cumpleaños número 34.
El Conejo repite el mandato grupal de que antes de jugar contra el Barcelona “tenemos que pasar la semifinal”, aunque por su experiencia y el enorme deseo de que se produzca esa definición, no se reprime. Por eso reconoce las virtudes del Barcelona y se anima a imaginar que River necesitará jugar “un partido casi perfecto” para tener chances de ganarle, porque “el mundo reconoce y admira el fútbol del Barcelona, que tiene jugadores capaces de dar vuelta el partido en un minuto o hacer jugadas que no sé de dónde las sacan”, y porque “Messi, Neymar y Suárez están en un nivel increíble, los tres están muy finos y son tres armas letales muy difíciles de frenar”.
De todas maneras, Saviola baja un cambio para no entusiasmarse y asegura que “tenemos que pensar en nosotros porque sería perjudicial mirar al rival antes de pasar la semifinal”, aunque lógicamente le resulta muy difícil abstraerse del clima que vive en la tierra del sol naciente y que se traslada desde Buenos Aires: “La gente está pendiente todo el tiempo de eso, mis amigos me preguntan cómo está el equipo y me piden que ganemos el Mundial. Entonces eso hace que nosotros tengamos la presión de darles una alegría a los hinchas de River que tanto se la merecen”.
Obviamente, la posibilidad de que Neymar se quede afuera del torneo por la lesión que sufrió (pequeña ruptura fibrilar en el aductor izquierdo) es algo que mantiene expectantes a todos los hinchas pero, al menos parece, no tanto a los jugadores. “Sería complicado para el mundo del fútbol que no estuviera porque todos quieren que estén los mejores”, suelta antes de gambetear como si fuera el brasileño, y agrega: “El Barsa no sólo es Neymar”.