Ya habían pasado siete peleas en la noche y la gente esperaba ansiosa la salida de Francisco Sallent, la pelea de fondo iba a ser tremenda. Todo expectantes y cuando el locutor nombro al luchador local, los gritos no se hicieron esperar, aclamando a su campeón.

Franciscoooooo Sallent, así lo anunciaban en la noche. Mirada fija al cuadrilátero y concentrado con puños cerrados, se presentaba ante su público que lo coreaba y animaba para que el titulo se quede en casa.

Arriba, comenzó el ritual en homenaje a su maestro, el Wai Kru. De rodillas con movimiento de manos y puesto en la cabeza un mongkon bendecido por un monje, se presentaba el campeón con música tailandesa de fondo. Se fue a cada esquina con las manos juntas y luego a la suya a esperar la contienda con el entrerriano.

Sallent con su Mongkon

A penas sonó la campana se dieron con todo. Tal es así que, en uno de los rounds, la esquina donde estaba la fiscalización de la Asociación de Kick Boxing Gustavo Besin, cedió y tuvieron que arreglar la cuerda que se había desprendido. Terrible la fuerza de los luchadores.

La gente coreaba en cada golpe que Francisco acertaba y animaba al luchador. “Ha sido una pelea muy fuerte, llevaba mucho tiempo fuera del ring, no tenía los tiempos de pelea, pero pudimos solucionarlo”.

Sallent contó que su rival bailaba mucho en el ring. “Estoy acostumbrado a pelear mas parado, sacaba golpes de la nada, un buen rival, duro”.

Francisco en el combate se dio cuenta que Sosa no podía esquivar sus patadas y entonces comenzó a picas hielo. “Las manos eran pesadas, le veía la intención de los codos”.

Guemes pudo ver un combate terrible

Antes que lleguen al quinto asalto, la sentencia ya estaba cantada. Sosa no pudo continuar en la tercera vuelta y el árbitro Miguel Recio, anunciaba el K.O técnico porque se cortaba su rival antes de la cuenta. “Empezamos con el sueño vamos por mucho más”.

Fue la noche del campeón hizo historia en Güemes, comenzó con su sueño en el norte para hacerle frente a los del sur, he aquí el estilo guerrero. Francisco alzó con la corona en su casa.

Saluden al campeón, el muay thai esta en el norte, comienza una nueva historia en las artes marciales y Francisco Sallent está dispuesto a seguir y hacer historia.