Jujuy HD – Lo dejaron solos. Javier Gregorezyn, junto a otros dos argentinos, Nahuel Méndez y Gustavo Tesonotte, la están pasando mal en Sucre Bolivia, ya que el Club Deportivo Mojoya, luego de decretar la cuarentena en ese país, no se hizo cargo de los tres jugadores y encima no le pagaron el sueldo para poder afrontar los gastos en la ciudad boliviana.
Bolivia a diferencia de otros países latinoamericanos, ha decretado el toque de queda, solo están en las calles lo militares, donde cuidan que las personas no rompan la cuarentena. Cuando pasa esta determinación, desde el club le dijeron que se iban a ir de temporada a un pueblo llamado Mojocoya, pero la cuarentena los agarro y no pudieron salir de Bolivia.
- Nos hicieron quedar porque supuestamente, la temporada se iba a realizar en otro pueblo, cuando dictan la cuarentena, se suspendieron todas las actividades y encima nos dijeron que no nos van a pagar el mes completo de marzo –
Javier hace cuatro años que vive en San Pedro de Jujuy y sus compañeros son de Berazategui y Temperley. Se le está complicando la situación en Sucre porque ya no cuentan con dinero para seguir costeando la estadía y la comida.
- Nos estamos hospedando en un cuarto los tres en la calle Olañeta 823 en Sucre, nos cobran 700BS, que equivalen a $7000 y 300BS en comida por día. Se está haciendo cuesta arriba todo –
Javier siente que, desde el club, lo dejaron a los tres en “la deriva”. Trataron de buscar respuesta en el consulado argentino, pero no tuvieron respuesta porque están congestionadas las líneas. Javier junto a sus compañeros no ven la hora de volver para la Argentina.
- Soy de Buenos Aires, pero vivo en San Pedro de Jujuy, no vemos la hora de volver a casa, poder hacer la cuarentena tranquilos en casa con la familia. Nadie nos dice nada, llamas y te atienden para la m…. –
Casi un mes están en ésta situación, estos tres jugadores argentinos en Bolivia, donde ni siquiera las autoridades bolivianas, se acercaron para poder facilitarle el pedido en el consulado argentino, solo esperan que sean escuchados y poder volver para la Argentina. Javier, quién contó lo que están pasando, ahora espera la ayuda de nuestro país.